Una nueva aproximación al CEA

Con este último acercamiento el proyecto se reduce a la relación entre dos maneras de entender la escala del lugar, por una lado toda la franja sur-suroeste que se relaciona con esa parte del límite que se une al Jardín Botánico, y que se contamina de formas orgánicas, pero continuas y unidas; mientras que todo el límite de la parte norte-noreste se entiende de una manera diferente, porque es lo urbano lo que limita con la nueva propuesta. Algo común en todo el conjunto va a ser el tratamiento de los materiales. Puesto que el proyecto desde el principio se ha entendido como UN VIAJE DE DESCUBRIMIENTOS, las pincipales actividades se dan en el interior, aunque siempre puedan abrirse hacia los espacios del exterior. Por ello el material que se va a dar de cara al exterior va a ser el hormigón blanco, aunque gracias a las grandes cantidades de muros existentes, puedan ser colmatados con carteles, dibujos y en definitiva vida del propio Parque. Por otro lado el interior se llena de color, de vida. De manera que en el proyecto siempre se produce una transición desde el interior al exterior y viceversa. Pero sin perder la relación entre esos mundos.